Con nuestros jardines verticales de musgo preservado podrás darle una nueva vida a cualquier espacio, aporte un toque original y natural a tu negocio.
Jardín vertical de musgo: Reviste tus paredes y renueva tus espacios
El jardín vertical de musgo es una forma elegante de crear una superficie de naturaleza en tu espacio interior, este tipo de jardín vertical interior es una excelente solución para sus diseños. Ya sea porque deseas darle un toque natural a un espacio o porque quieres sorprender, un jardín vertical de musgo preservado es tu mejor opción, ya que además no necesita mantenimiento.
Nuestros jardines verticales de musgo agregan una dimensión impresionante a los espacios interiores públicos y privados. Al estar formados por paneles de musgo pueden instalarse en paredes, postes, marcos o incluso techos. El jardín vertical de musgo también es excelente para aliviar los sonidos, consiguiendo reducir la reflexión del ruido. Así pues, comprar un jardín vertical de musgo no solo aporta un agradable aspecto visual, sino que también puede hacer más acogedor un espacio.
Sorprende a tus clientes con jardines verticales de musgo, ¡hay infinitas posibilidades!
El jardín vertical de musgo conserva todos sus colores, absorbe y libera humedad para permanecer suave. No necesita ningún tipo de mantenimiento. Nuestros jardines verticales están hechos a mano, cuidando cada detalle para que tus instalaciones se mantengan perfectas.
Disponemos de una extensa carta de colores y tonos, con diferentes texturas y acabados. Puedes consultar el precio de los jardines verticales haciendo click en las diferentes opciones que te ofrecemos.
En cuanto a la instalación, se trata de una instalación vertical, de placas de musgo, con las que se forran superficies de manera que estas simulen a un Jardín vertical de interior. La instalación es muy sencilla, ya que el musgo se entregaría ya aplicado en placas que seguidamente hay que atornillar a pared consiguiendo una superficie continua y sin juntas.
Y, ahora que conoces los jardines verticales de musgo preservado, ¿te animas con uno?